Ante la mínima duda, lo más aconsejable es acudir a una revisión, sobre todo si una mujer sospecha que pueda ser portadora de los implantes de mama de la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP), cuyo riesgo de rotura obligaría a su sustitución. De hecho, la Secretaría de Salud ya ha anunciado que se están llevando a cabo las revisiones de aquellas mujeres que se sometieron a una mastectomía al tiempo que también se han comprometido a revisar a las que se operaron en clínicas privadas ya cerradas o en el extranjero.
Francia fue la encargada de dar la voz de alarma, y aunque en un principio se pensó que solo las mujeres francesas habían recibido prótesis defectuosas y fraudulentas, la alerta sanitaria se ha extendido a otros países con la aparición de los primeros casos. E
México no se ha quedado fuera y la Secretaría de Salud, en colaboración directa con la Sociedad Méxicana de Cirugía Estética y la Asociación Mexicana de Clínicas Privadas, ha tenido que tomar cartas en el asunto. Así, el primer consejo para las mujeres que se implantaron prótesis en clínicas privadas es que acudan a estos mismos centros a realizarse las pruebas pertinentes. El problema viene cuando estas clínicas ya han cerrado o cuando la operación se realizó en países de fuera de México.
Para eludir mayores riesgos, y para evitar que la polémica sanitaria alcance cotas mayores, la Secretaría de Salud invita a mujeres acudir a recibir atención en sus respectivos centros de salud. A este respecto hay que recordar que los implantes de mamas en la Seguridad Social solo se realizan por prescripción médica, es decir, por cuestiones de salud (tras sufrir un cáncer de mama) y no de estética.
Las prótesis PIP fueron retiradas por el propio Ministerio de Sanidad de Francia en el año 2010, después de que el país hiciera pública la composición fraudulenta y tóxica de estos implantes, ya que el gel de silicona que se estaba utilizando no era de calidad ni cumplía los requisitos sanitarios mínimos, lo que en gran parte motivaba su bajo costo en el mercado frente a otras marcas. De hecho, se ha llegado a hablar incluso del uso de productos químicos y otros derivados en su fabricación. A este respecto, los profesionales de la cirugía han pedido un mayor control de las autoridades sanitarias (tanto de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos como de Europa, así como en México) para evitar que se repitan casos como el que ahora estamos viviendo.
Aunque de momento los cirujanos plásticos y de cirugía estética y reparadora han asegurado que no se ha presentado ningún caso de desarrollo de cáncer a consecuencia de la implantación de estas prótesis en nuestro país, sí pueden surgir complicaciones de otro tipo, como inflamaciones por la rotura.
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